CONSIDERACIONES SOBRE PERALTILLA

NOTAS SOBRE LA CONSTRUCCION  DE LA  IGLESIA PARROQUIAL DE EL SALVADOR.

    El presente estudio es un compendio de los distintos datos que he ido recopilando a cerca de la fábrica  de esta iglesia parroquial. No es necesario recordar que hasta la fecha tenemos una  ausencia  total de documentos de la época referentes a la construcción del templo, pero aun con todo disponemos de otros documentos contemporáneos  que aunque referidos a otros temas nos permiten extraer al respecto detalles de enorme interés. Como punto de partida recordar que este templo esta dedicado a El Salvador y en algunos textos del s. XVIII aparece bajo la advocación de El Salvador y de los Santos Reyes.

    Sobre la existencia de un templo cristiano en Peraltilla ya nos hablan los documentos inmediatamente anteriores a la reconquista de Barbastro en 1.100 por el rey Pedro I. De esta forma señalamos entre otros un documento de 1.095 en el que se indican las décimas que debían recibir el monasterio de San Victorián y Galindo  abad de Alquezar, y un documento de octubre de 1.099 en el que se dona a  Santa María de Alquezar distintas Iglesias, entre ellas la de Peraltilla. A lo largo de la Edad Media se pueden encontrar otras referencias  que se han ido publicando. Los dos documentos indicados aparecen en la "Colección Diplomática de Pedro I de Aragón y Navarra" (Antonio Ubieto Arteta).

    El documento más antiguo que aporta datos sobre el edificio de la iglesia Parroquial data de la segunda mitad del S. XVI. Así D. Pedro Vitales provisor y visitador general de la entonces Diócesis de Huesca, en la visita realizada a casi todas las parroquias, llegó a Peraltilla (entonces Peralta cabo Azara)  el 18 de septiembre de 1560. En la memoria redactada a raíz de esta visita enumera los objetos de culto existentes en cada parroquia, describe los altares y capillas y posteriormente indica una serie de reformas que se deben de realizar. Respecto a Peralta cabo Azara textualmente se indica: " muden la pila de bautizo a un rincón de la Iglesia, donde más cómodamente pudiera estar… Hagan bancos en la iglesia y las escaleras para el campanal  y allanen el suelo de la Iglesia y reparen el  techo…  Mandamos a los vecinos y jurados de dicho lugar cierren el cementerio de buena pared con su portalada y  puerta. … Mandamos al rector que haga la abadía con sus complementos necesarios en el lugar que más cómodamente se pudiera hacer".  De lo anterior se deduce que la construcción de la abadía que se demolió en 1.996 data de esos años.

    También se indica que en el campanal había dos campanas grandes y una pequeña.

    Estudiando el grado de detalle con que se indicaba la descripción de altares y capillas de cada parroquia por las que transcurría la visita, se observa que en aquella fecha en nuestra parroquia no había retablo en el altar mayor, y ni había altares en las capillas y ni fuera de ellas, puesto que nada se nombra. También se indica que se repare el techo, lo que nos hace pensar que estaba deteriorado porque era viejo.

    Las iglesias de los pueblos cercanos  en las que aparecen fechas  (Siétamo año 1572, Ponzano año 1575, Azara  año 1576, Abiego año 1.584,  Laluenga año 1.587...) son posteriores a esta fecha, con lo que casi podemos asegurar que el templo descrito es este documento fue el anterior al actual.

    El segundo documento que disponemos está relacionado con la visita realizada por el Obispo de Barbastro D. Carlos Muñoz  por su diócesis, quien llegó a Peralta Cabo Azara  el 2 de abril de 1598. El informe redactado en la visita entre otras temas indica textualmente: “la puerta que ahora está abierta en la iglesia está indecente por el mucho viento que entra por ella y apaga las luces (velas y lámparas) y peligro grande para los que celebran y dicen misa”.  Por ello se manda al Señor temporal del lugar, D. Gaspar de Gurrea:  “ haga cerrar la dicha puerta y la haga abrir donde está trazada y quitar de allí las campanas y ponerlas en otra parte donde estén cubiertas y fuera de peligro”.  Así mismo se indica: “que se haga nueva la fuente bautismal con su cubierta, cerraja y llave”.

    En la misma visita de 1598 se sigue señalando: “ Mandamos al dicho Señor temporal que en el tiempo de seis meses haga proseguir y acabar la obra del campanario de la Iglesia Parroquial de dicho lugar de Peralta y asentar en él las campanas”.

    Afortunadamente también se conserva el informe  de la siguiente visita que hizo a Peraltilla el mismo prelado. Estos datos son del 8 de octubre de 1602, y se indica: “ por cuanto en la visita pasada proveímos y mandamos  que dentro  de  un mes se hiciese hacer  nueva la fuente bautismal con su cubierta cerraja y llave, y así mismo se cerrase la puerta que está en frente del altar mayor y se abriese...    donde esta trazada y hasta hoy ni el Señor temporal  de dicho lugar,  ni menos los jurados no lo han cumplido ni solicitado...”  y continúa: “ mandamos al dicho Señor temporal y a los dichos jurados del lugar de Peralta que dentro tiempo de seis meses precisos hagan la dicha fuente bautismal nueva y cerrar la puerta que está junto al castillo y abrir la nueva que está trazada en frente la plaza. Y para esto hacer todas las diligencias que conviniese contra el maestro de obras  y fianzas (avales) para que la portada y todo lo demás de la iglesia se acabe...”.

    Quiero suponer que esta vez si hicieron caso a estas indicaciones dadas las circunstancias. Luego estas obras de la puerta y portada se debieron de realizar entre final de 1602 y mitad de 1603.

    En esta misma  ocasión y al igual que en 1560,  sigue indicando el informe: " hagan cerrar y cierren el cementerio de la parroquia y en el  hagan hacer un portal  y puertas con su cerraja y llaves muy buenas... y para que esto tenga efecto mando a los jurados del dicho lugar que dentro de dos meses hagan por justicia (tribunales si  procede) todas las diligencias que conviniere contra el maestro de obras que  está encargado de  cerrar dicho cementerio así mismo contra sus fianzas".

    Observamos que hubo problemas con el constructor (maestro de obras)  con quien se contrató las obras. Da la sensación que las obras estaban paradas. De cualquier forma, se confirma que las obras de la iglesia se regían por unos planos (la traza) y que la voluntad del Sr. Obispo fue en todo momento  que la obra final se ciñese a los mismos.  También se nombran las fianzas ó avales  que debía de constituir el maestro de obras como garantía en la calidad de la obra así como de los plazos de ejecución y entrega. Todas estas relaciones entre los encargantes de la obra y  el maestro de cantero, así como el detalle de las obras a realizar se plasmaban en capitulaciones notariales que hasta  el momento no he podido localizar.

    Del análisis de este último documento,  nos damos cuenta que ya no se indica nada sobre la torre,  así pues ésta ya debía de estar terminada en octubre de 1.602 y con las tres campanas colocadas.  Las campanas se habían retirado de la zona de la actual lonja,  que era donde estaban ubicadas en 1598 de manera provisional, debido a que el campanario estaba sin acabarse. Hasta 1.936 estaba rematada con un chapitel que se mutiló para quitar la cruz, quedando con el acabado conocido hasta las obras de 1.999.

    Respecto a la torre hay que considerar el hecho de que las piedras del castillo entraban en la cara oeste de la torre, así como la tradición oral de Peraltilla que dice que la torre se había aprovechado del castillo.

    Así mismo se cita que en 1602 y con anterioridad, la entrada  a la iglesia se encontraba por el muro oeste (antigua capilla del Santo Cristo).  Desde el exterior  en la subida al  castillo aún se aprecia el arranque de un arco por el que supuestamente estaba el acceso a la iglesia.

  Lo más lógico es que esta puerta abierta hacia el castillo era la de la primitiva iglesia y que al ir realizando las obras de ampliación de la iglesia  se aprovechó al igual que toda la pared del  muro oeste.  De hecho las primeras hiladas de sillares en este muro son distintos de los superiores.

    Midiendo la altura de las hiladas de estos sillares del muro oeste vemos que no tienen continuidad con las hiladas del lado izquierdo de la lonja. Sin embargo las hiladas que parten del lado derecho de la lonja continúan por todo alrededor de la parroquial, incluida la sacristía, hasta llegar a la torre. Las piedras de cada hilada tienen la misma altura a lo largo de todo este perímetro del templo. Otro elemento que corrobora  que toda esta parte es de la misma época, es el zócalo que va alrededor de esta parte de la parroquial. Este zócalo no existe en el muro oeste, ni en la parte contigua que da al sur, ni en la parte izquierda de la lonja y tampoco en su saliente final (aunque en la última restauración lo han añadido en estos dos últimos elementos). Tampoco aparece en la parte baja de la torre.

    Estas apreciaciones nos hacen suponer que el antiguo templo  estaba orientado de norte a sur, siendo su longitud aproximadamente la anchura de la actual  iglesia  (unos ocho metros)  y su anchura la de la torre (por fuera) y  poco más (unos cuatro metros). Estimo una orientación norte-sur  porque el altar mayor debió de estar en uno de estos dos puntos, en caso contrario (orientación este-oeste) se hubiese padecido durante varios siglos lo que tan claramente se indica en el informe de 1.598 " esta indecente por el mucho viento que entra por ella y apaga las velas y peligro grande…". Inconveniente por el que se señala que se cambie de sitio la puerta y que me resisto a creer que se aguantase durante años sin haberse corregido. Otro dato que puede apoyar las dimensiones indicadas lo encontramos en las ruinas de la iglesia del cercano despoblado de El Almerge, con una planta que ronda esas medidas.

    Con todo lo anteriormente expuesto,  creo que se puede decir que las obras de la iglesia actual comenzaron en un año no precisable con posterioridad a 1560 y que en 1598 la fábrica de la iglesia estaba concluida desde hacía algunos años. Estas obras consistieron en una ampliación en sentido oeste-este que afectaría aproximadamente al tramo central del templo, a las dos capillas laterales simétricas y el altar mayor, así como en la elevación de la altura del templo y de la torre, y en la construcción de la sacristía. Al mismo tiempo se tuvo que demoler parte de la cara sur y toda la cara este del anterior templo. El terreno ocupado sería parte del cementerio, se debió de demoler su puerta y parte de su tapia, por eso en 1602 se vuelve a pedir que se cierre el cementerio tal y como se solicitaba en 1.560, nada menos que cuarenta y dos años antes.

    Los datos que hasta ahora conocemos  nos hacen pensar que los gastos de construcción del templo corrieron a  cargo de los Señores temporales (D. Juan de Gurrea y/o su hijo D. Gaspar de Gurrea Ximenez -Cerdán), puesto que las indicaciones de los obispos en las distintas visitas se dirigen a ellos y esta familia durante siglos ostentaron el patronato laico de la parroquia.   Por otro lado,  la primicia del lugar era de los Señores temporales así como el cuarto del diezmo (carta puebla de 31-12-1556). Hay un documento de 1.778 que  es muy claro al respecto “ la fábrica y decencia de esta iglesia corre de cuenta del Señor temporal  de este pueblo que es el Marqués de Coscojuela el cual percibe la primicia y por esta razón debe de acudir y acude y costea todos los reparos de la fábrica,...”

    La capilla del Santo Cristo (hoy de la  Dolorosa) se añadió posteriormente al abrir de nuevo el muro oeste de la iglesia por donde estaba la puerta primitiva.  En la pared exterior de esta capilla aparece una piedra con la inscripción VILLA ME  (hizo) y con el año 1653. Sin duda se refiere a Mosen Pedro Villa rector de esta parroquia entre 1649 y 1663. La construcción de esta capilla podría tener relación con la aparición milagrosa del Santo Cristo en el castillo y posterior acondicionamiento de una capilla para su veneración

    Posteriormente a ese año y en fecha no precisa hubo otra reforma de la iglesia que fue la construcción del coro, para ello se retiró el arco anterior de acceso a la torre del que sólo se mantuvo una dóvela de arranque por cada lado para ajustar esta entrada a la nueva altura del piso. Estas dos dóvelas fueron retiradas en las últimas reformas. También en fecha no precisa se elevó la lonja de entrada, quedando ciega la ventana lateral del coro.

    Sabemos que en 1746 se mandó que se enladrillase la iglesia. Esta obra se ejecutó en 1.747, al igual que el enyesado de cúpulas y pilares en el falso techo, tal y como nos indican las fechas que aparecen en dos de estos pilares.

    En todas las épocas se han llevado a cabo labores de reformas y mantenimiento, así en 1.931 se hicieron reformas que se fecharon en los dos bancos laterales de la lonja ya desaparecidos y a finales de los años 60 se rehizo la galería de arquillos del muro sur, también se eliminó el rebozo de las paredes interiores sacando a la luz los sillares.

    En los años 80 del s. XX se llevaron a cabo actuaciones en el muro norte de la torre y en otras partes. Entre 1.999 y 2001 se acometieron importantísimas obras de restauración dando un nuevo “lustre” a esta iglesia y torre para que por lo menos perduren otros 400 años.

                                                                                                                  José Miguel Riverola
Agosto 2005